Desde chicos nos enseñaron que había 10 mandamientos que debíamos respetar y eso está muy bien sobre todo en el tiempo que corre donde lo que menos vemos es gente que respete a los demás y se respete a sí misma.

Pero leyendo los evangelios encuentro que le preguntan al Señor por los mandamientos y Él contesta que un nuevo mandamiento les deja “amar al prójimo como a si mismo”. Y en otra oportunidad en una charla parecida deja claro solo dos mandamientos pero en un solo texto y contexto “Amar a Dios por sobre todas las cosas y al prójimo como a si mismo”
La cuestión es, si Dios nos envió a su Hijo para enseñarnos, y ese mismo Hijo nos enseñó estos nuevos mandamientos, (que de nuevos no tienen nada), ¿Por qué durante 20 siglos se nos enseñaron los 10 mandamientos del pueblo de Israel?
Aquí creo que hay una trampita del enemigo, si la Iglesia se entretiene aprendiendo historia, cosa que no está nada mal, no van a tener mucho tiempo para descubrir las verdades que enseñó Jesús.
Por otro lado, Jesús, nunca desvirtuó los primeros 10 mandamientos, si no mas bien los sintetizó en solo dos… o uno, depende como lo veamos.
Creo que en este punto hay que ser muy cuidadoso. Vivimos en un mundo donde nadie respeta nada y todos nos quejamos, pero en realidad deberíamos esforzarnos por acercarnos realmente a Dios a través de Jesucristo y poner en práctica el amor que surge de la vida en Dios. Si muchos reflejaran ese amor y, comprometidos con Dios, respetaran esos nuevos mandamientos veríamos que el mundo que nos rodea comienza a cambiar, que cierta paz inexplicable nos acompaña donde estemos, que la gente se comporta de manera muy diferente con nosotros, (no quiere decir que no haya quienes se sientan mal o cosa así), y si nos ocurre todo esto empezamos a ver como realmente se cumple con este nuevo mandamiento.
Entonces cuál es realmente el mandamiento o los mandamientos que Dios quiere que cumplamos.
Dios quiere que nos pasemos menos tiempo estudiando como cumplir o no los 10 mandamientos de Moisés y que pongamos en práctica el amor que proviene de Él. Así y solo así se cumple con los mandamientos que enseñó Jesús.